¡Piel como un melocotón! ¿Has oído esto? Y el punto aquí no está ni siquiera en la piel aterciopelada de la fruta, sino en lo que hay debajo. El caroteno nutre tu piel y retiene la humedad en su interior, aportándole, de paso, ese tacto muy aterciopelado. La vitamina E cuida la belleza no solo de la piel, sino también del cabello y las uñas. Los ácidos de frutas aumentan la elasticidad, tensan el contorno del rostro e incluso exfolian las células muertas (aunque para ello necesitas hacer una mascarilla facial de pulpa de melocotón).